El guerrab o aguador no pasa desapercibido, vestido con su traje y su sombrero multicolor. Además hace sonar una campana para anunciar su presencia. Estos aguadores sólo están ahí ya para el folclore y el turismo, puesto que en las tiendas ya se venden botellas de plástico. Sin embargo, el aguador sigue siendo una de las atracciones de la plaza. Pagando unos dirhams podrás pedirle un vaso. No dudará en posar para una foto si bien esperará algunas monedas como compensación. Saludos.