MI PLAYA DE VERANO Y MIEL
"Tenía una muñeca de trapo
y un sillón de mimbre
tenía un desayuno con tostadas,
una cena con dulces,
y una casita de juguete
hecha de lona y frazadas viejas.
Entonces festejaban mis cumpleaños
y los ruidos eran demasiados para la casa grande.
Las parras temblaban por las noches
y el viejo almacén de la esquina
largaba su olor a tocino y aguardiente.
Yo no veía pasar los años,
resbalaban sobre mi piel sin darme cuenta.
Tenía un novio imaginado
y una historia hecha cierta
de tanta repetirla.
Tenía un colegio nocturno
y una plaza cerca.
Tenía un libro de cuentos
y un cine con películas en blanco y negro,
una estufa a kerosene
y un ventilador grande.
Tenía quince años
y la vida era un mar blando y suave,
que mojaba con su espuma
mi playa de verano y miel".
María D'Abate