...La luz esplendente del astro fecundo del día
se apaga, y sus huellas aún forman hermoso
arrebol…
mas ¡ay!, cuando el alma le llega la noche
sombría,
que guarda el fuego sagrado
que ha sido su sol?
Se rompe, gastada, la cuerda del arpa
armoniosa,
a aún su eco difunde en los aires
fugaz vibración...
Gertrudis Gomez De Avellaneda