Finalizando la historia del incendio de la iglesia de la Compañía, les vengo a mostrar una basílica que tiene bastante que ver con ese evento.
Luego del incendio, y dada la magnificencia de la tragedia, Santiago se quedó con un templo menos para el culto divino, para lo cual se decide erigir uno nuevo, a fin que el público pudiera asistir nuevamente. Y se construye la Basílica del Salvador, en honor a la Virgen del Carmen, patrona de Chile.
Dentro de ella se puede encontrar una de las colecciones de vitrales mas valiosas a mi entender -y mi parecer- existentes en el país, por sus motivos y coloridos diseños... pero tambien fue presa de una catástrofe.
Los primeros dias de marzo del año 1985, la zona central del país se ve afectada por un sismo de gran magnitud, que destruyo gran parte del casco antiguo de la ciudad. Y entre los edificios afectados se encuentra precisamente la Basílica del Salvador, que desde esos tiempos fue abierta al público para ocasiones excepcionalísimas.
El tiempo se ha encargado de su progresivo deterioro, y se ha tratado de mantenerla en pie mientras se pueda.