Esta playa de por si es exquisita, de aguas muy tranquilas y tibias, uno al entrar tiene que avanzar muchos metros mar a dentro para sentir algo de profundidad, aquí también se encuentra la playa de las ágatas, son esas piedras que hacen collares los amigos artesanos y más atrás si se dan cuenta el color es más oscuro esa parte es el humedal del rió Copiapó y la guincha celeste es el rió en si, que trae muy poca agua que no alcanza a llegar al mar para desembocar y producir olas de 5 metros jajjajajaj, todo seco, antes en esos años mozos las cosas eran distintas y si se veía la pequeña ola que se producía entre los choques de las aguas salada y dulce