La construcción del templo de Santa Prisca en Taxco duro 15 años y tuvo como propósito la creación de un espacio desde donde el sacerdote Manuel de la Borda —hijo de José de la Borda, benefactor y fundador de la parroquia— pudiera oficiar misa. El diseño arquitectónico estuvo a cargo del arquitecto francés Diego Durán, y el español Cayetano Sigüenza. Los retablos son obra de los también españoles Isidro Vicente y Luis de Balbás.