La religión estuvo prohibida en Albania durante la dictadura de Enver Hoxha (1945-1986). En 1991 con la caída del régimen de Hoxha, la religión pudo practicarse libremente, siendo la musulmana la más importante en cuanto a número de fieles, seguida por la cristiano ortodoxa y la católica. Durante el período 1945-1986, Albania fue el único país del mundo oficialmente ateo, siendo la práctica religiosa castigada con penas de cárcel, pudiendo llegar hasta la pena capital