La Catedral de San Juan Bautista de Badajoz está construida a modo de fortaleza para poder tener seguridad ante las continuas guerras que padecían en esta ciudad fronteriza. Sus fuertes muros, así como su majestuosa torre, están coronados de almenas. Ciento ocho de estas almenas fueron preparadas en la parte superior para sostener un cuenco vidriado, el cual se llenaba de pez para que alumbrara las noches de los grandes acontecimientos.
Torre. El elemento más sobresaliente de su exterior es la torre. Es cuadrangular, a modo de elegante y recio torreón, de 11 m. de ancha y 41 m. de alta, con tres cuerpos y campanario.
En el segundo cuerpo pueden observarse dos ventanas artísticas de piedra. Una, que mira al occidente, es plateresca de gran belleza artística, con diversos motivos.
La otra mira al norte y es del gótico florido. Se adorna con un coronamiento trilobulado que se eleva entre dos pináculos y escudos.
En el tercer cuerpo está el reloj. El actual fue fabricado en 1892 y electrificado en 1975.
En el cuarto cuerpo están las campanas en sus vanos correspondientes. Son nueve campanas.
Puertas. Hay tres puertas de entrada:
Puerta de san Juan, llamada también del Perdón. Es la principal hoy día. Fue construida en 1619. Es de mármol, con la imagen de san Juan Bautista.
Puerta del Cordero. Mira al norte. Fue la más importante en un principio. Era por donde entraban los reyes, los Obispos y la mayor parte de los fieles, pues residían en el Castillo y sus alrededores. Se adorna con la figura del Cordero.
Puerta de san Blas. Tiene pilastras rematadas por flameros y arco de medio punto. En una hornacina está la imagen de san Blas, labrada por Hans de Bruselas.