La Catedral de Badajoz (o Catedral de San Juan Bautista) está situada en la Plaza de España, en el centro de Badajoz (España). Junto con el templo catedralicio emeritense, es la sede de los arzobispos extremeños.
Tras la conquista cristiana de la ciudad en 1230, fue nombrado obispo Fray Pedro Pérez. Dos años después, se planteó la necesidad de construir una catedral. Se eligió como emplazamiento el Campo de San Juan, un terreno situado en el exterior de la alcazaba.
En 1276, la catedral fue consagrada, bajo la advocación de san Juan Bautista. Pese a ello, las obras del edificio continuaron hasta el siglo XV, no quedando completamente terminado hasta el siglo XVIII.
Exteriormente, la Catedral de Badajoz se asemeja a una fortaleza: posee fuertes muros, almenas y una sobria y poderosa torre donde se encuentra el campanario.
La torre es su elemento exterior más destacado. Tiene 11 metros de anchura y 41 metros de altura, y está dotada de tres cuerpos y campanario. Aunque la fisonomía actual nos ofrece una única torre, hubo proyectos de construir dos, una a cada lado de la fachada principal, pero por diversos motivos y vicisitudes en la historia de la ciudad tan sólo pudo ser levantada la que hoy podemos contemplar.