EL valle del Jerte es una de las comarcas naturales más singulares de Extremadura. Bautizado Xerete por los árabes, debido a la transparencia de sus aguas, el valle, como lo denominan sus habitantes, sorprende al viajero por la exuberancia de su paisaje, caracterizado por un relieve abrupto, un clima benigno y una frondosa vegetación, en la que destaca de forma contundente su auténtico protagonista: el cerezo.
Un profundo valle cubierto por extensos bosques de robles y castaños, surcado por cristalinas gargantas que dan vida al Jerte y, naturalmente, modelado por las terrajas en las que se cultiva el cerezo.