Debe su nombre a la existencia de un oratorio para las gentes de galeras (los condenados a remar en las galeras como castigo a sus delitos) que existía en sus inmediaciones y que se desmontó en el siglo XVIII. Lugar donde antaño se celebraban corridas de toros, hoy en día esta plaza sirve de entrada al Parque Calderón y en su frente hacia el río Guadalete se ubica uno de los monumentos más conocidos de la ciudad, la Fuente de las Galeras, construida bajo el reinado de Felipe V.