Ya sabéis que no soy muy dado a fotografiar esculturas, pero en este caso he hecho una excepción porque tras ella hay una bonita historia.
Esta es la fuente de Hércules y Anteo, que se encuentra situada en los Jardines del Parterre, en Aranjuéz. Fue un encargo de Fernando VII al arquitecto Isidro González Velázquez y al escultor Juan Adán.
En la escena, Hércules agarra y levanta del suelo al gigante Anteo, que andaba por el estrecho de Gibraltar, concretamente donde ahora está Tánger, matando gente a diestro y siniestro ya que quería construir un templo a Poseidón a base de cráneos humanos. También retó a Hércules y éste consiguió derribarlo hasta tres veces, pero cuando Anteo caía al suelo, el contacto con la tierra le devolvía sus fuerzas y lograba zafarse. Hércules se dio cuenta de eso y lo que hizo fue levantarlo en vilo y así, en el aire, logró asfixiarlo.