Una densa maleza me separa del curso del río, y es tan tupida que sólo la atraviesan algunos reflejos del sol en el agua que corre con prisas, trayendo el frescor de las cumbres cercanas. Sólo puedeo adivinar la belleza del río, sus aguas claras, su peces, los cañizales que se dejan vencer al paso de la corriente.
Pero aqui, entre la maleza, pienso si no será todo fruto de mi imaginación.