Cuando ves una flor así, de cerca, tienes la sensación de que sus finos estambres se extienden hacia ti ofreciéndote su polen. Parece desesperada reclamando la atención de la naturaleza porque su deseo de sobrevivir es inmenso.
Por eso se viste de colores maravillosos, para enamorar al mundo… Y todos, hombres, abejas, moscardones, avispas… caemos rendidos ante su encanto.