En contra de lo que pueda parecer, esta foto está hecha del natural, sin edición alguna y respetando los colores naturales. Se trata de un pequeño grupo escultórico situado al comienzo del Paseo Del Prado de Madrid, cerca de la Plaza de Cibeles. Obviamente, la gracia del asunto es que alguna señorita decidió dejarle la huella de sus labios.