Esta tarde, a eso de las seis y media, bajé a hacer fotos del anochecer, pero la cosa se complicó, una extraña neblina oscureció el horizonte y me fue imposible ver ocultarse el sol.
Claro que nunca sabe uno cuándo va a encontrar un momento mágico… De repente llegaron estos muchachos con sus bicis y decidieron descansar un poco contemplando el horizonte. Charlaron un rato proyectando dónde irían después.
Yo les hice esta foto de la que me siento especialmente orgulloso… Creo que es una de las mejores que he hecho este año.
Espero que también os guste a vosotros.