Me resulta verdaderamente insufrible ver como mi ciudad, Madrid, puede estar tan abandonada, tan sucia.
Y me temo que se trata de una culpa compartida porque, a la desidia de las autoridades municipales, a la reducción de presupuestos de conservación, se une la dejadez, la falta de urbanismo y educación de los madrileños.
Los partidarios de la teoría de la conspiración hablan de que todo esto es un proceso perfectamente orquestado para embotar a los ciudadanos... Os aseguro que a mí lo que hace es enfurecerme.