El caso de Clotilde es muy diferente. Ella es una perrita muy inteligente que sabe lo que quieren los humanos: besitos, sumisión, obediencia, lametones.
Clotilde se acerca también agachada, pero no es por miedo, es para dar pena, y cuando el humano le dice cualquier cosa como "hola bonita", ya la tienes encima, achuchándote, echándose sobre tí, besuqueándote.
Sólo busca amor, aprobación, caricias y mimos, y no duda en tumbarse panza arriba en señal de absoluta sumisión.
La verdad es que es una artista ganándose el cariño de todos... Y ella lo sabe.