Con el paso de las horas, los colores se han apagado, han desaparecido las formas y los sonidos son difícilmente reconocibles.
La noche es el imperio inquietante de la oscuridad.
Quizá, alguna vez te parezca que la vida se te hace de noche; pero no te asustes, aún te queda el oído, el tacto, el olfato, el gusto... y la imaginación.