Que se sepa, hace ya más de 4000 años que se cultiva la berenjena y parece ser que es originaria del sudeste asiático. En España llegó con los árabes en la Edad Media y los españoles la introdujeron luego en América.
Al principio tuvo mala fama porque como no se sabía cocinar bien resultaba indigesta. La ignorancia haría que durante años fuera acusada de provocar fiebre, epilepsia y locura.
Los súbditos de su Graciosa Majestad la conocen como “planta de los huevos” (eggplant) porque la primera variedad introducida en Gran Bretaña tenía esta forma.
Hay que consumirla antes de 10 días porque termina poniéndose amarga.
Es una planta que engorda poco, pero tampoco aporta demasiado en vitaminas, proteínas y minerales. Asada o salteada tiene un sabor agradable, pero no hervida. Si se va a freír hay que sumergirla en agua con sal durante 24 horas para que no absorba el aceite al cocinarla.