El Salto de la Reina Mora. Un acantilado conocido con este nombre dada la leyenda de Abdelazia, hija del Valí de Siuran.
Una versión de esta leyenda dice que, Abdelazia, la reina mora, antes de verse sometida por los cristianos, prefirió tirarse por el imponente acantilado con su caballo. El animal, en su inútil resistencia, dejó marcada en la roca la huella de su herradura por siempre jamás. Otros dicen que las marcas de herradura son el impulso que tomó antes del salto. Sea como sea, la tragedia fue inevitable y hoy en día se puede ver clavada en la roca la huella del caballo en el lugar que se denomina el Salt de la Reina Mora. Los incrédulos todavía pueden comprobar la huella de la uña del caballo de la reina marcada en la roca. La prueba del último impulso del caballo para llevar la bella Abdelazia cabe a la inmortalidad.