El castillo de Enguera, asentado sobre una mole rocosa, fue en su tiempo una hermosa arquitectura árabe medieval. Los restos que perduran, trozos de lienzo en caótico desorden y distanciados entre si atestiguan las considerables dimensiones que abarcó la fortaleza.
Antiguo castillo musulmán (s.XI y XII) dependió en los últimos años de dominio musulmán al Waliato de Xátiva, subordinado al reino taifa de Murcia.
En 1244 en aplicación del Tratado de Almizra que resolvió los conflictos fronterizos entre Jaime I de Aragón y su yerno el infante Alfonso de Castilla quedó incorporado con carácter definitivo a los dominios de la Corona de Aragón y dentro de ésta posteriormente se incorporaría al Reino de Valencia.
El castillo fue derruido en 1365 por orden del rey de Aragón Pedro IV, por considerarlo una posible amenaza para la seguridad del reino.
El estado ruinoso que presenta en la actualidad obedece a la destrucción que le causó el terremoto de 1748 y a los resultados de la erosión sufrida desde entonces.
Se aprecian distintos tramos de muralla que parecen delimitar un doble recinto. Destacan los torreones de planta cuadrada que defienden las esquinas.