Sant Salvador es un recinto amurallado, con un santuario en su interior, que ya era conocido en época de los musulmanes, por lo tanto se trata de una construcción defensiva anterior a la conquista catalana de Mallorca. Se encuentra sobre un monte, siendo la construcción más emblemática de Artà. La muralla de un metro de grosor, cierra una superficie de 4000 metros cuadrados y cuenta con diez torres. La antigüedad del santuario se remonta al siglo XIII y acoge una talla de la Virgen María, sentada con el niño Jesús. Se trata de una talla románica, probablemente del siglo XII, traída desde Cataluña. El actual edificio del templo se construyó en el siglo XIX, ya que el anterior fue destruido porque había sido utilizado como hospital durante la peste que padeció la comarca el verano de 1820. Tiene planta de cruz latina y se enmarca dentro del estilo neoclásico, donde destacan las pinturas al fresco de su cúpula.