Localizado en un bello entorno natural, se construyó en 1771, durante el reinado de Carlos III, su principal función era la de servir de defensa ante los ataques de los piratas.
Al encontrarse ubicado en un islote, junto al castillo y uniéndolo a la orilla de Arrecife, levaba su pasarela si los enemigos llegaban, aislando la fortaleza y protegiéndola. En otra época era lo único que comunicaba el puerto con el resto de la ciudad de Arrecife. En uno de los pilares del puente hay una placa escrita en romano antiguo que daba la bienvenida a los comerciantes y conquistadores.
El Puente de Las Bolas, es una obra única de este tipo en Canarias. Está hecho de piedra natural apilada. Complementa la estructura del viaducto que conserva un camino empedrado, de 175 metros, que conecta este puente norte con la ciudad por un lado, y con la fortificación por otro.