(Se le conocía como Cádiz el Chico. El nombre de “cartajima” de origen árabe-tagmazib, “Al-Z’jaima”, (el lugar de más altura, según me cuenta un amigo rifeño).
"Ojos verdes castaño, Tienes, Cádiz la chica.
El poeta Espronceda grita. Con esos tus cañones de antaño.
Perdí la cobardía para enamorarme. Del manto riscoso de tu faldilla,
Y por ella poder a la encina bajarme. Para besar tus estrechos labios, Cartajima.
Presumirte por las siete villas. Con los gritos que en mi pecho se enjaulan,
Para merecer que eres la maravilla. Desde el bajo de Alpandeire al alto de Parauta"