Cuando estás en Toledo, mires donde mires la historia llena tus ojos. No en vano esta ciudad se remonta a la edad del bronce y por ella han pasado carpetanos, romanos, visigodos y musulmanes. Los reyes católicos la convirtieron en capital. Carlos I mantuvo su estatus, convirtiéndola en "Capital del Imperio", título que ostentó hasta 1563, cediendo ese privilegio a Madrid que, siendo entonces una villa de escasa importancia, ofrecía ciertas ventajas estratégicas.
Toledo fue declarada Ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco el 28 de diciembre de 1986.