Así, a simple vista parece un perro haciendo pis, pero NO, la cosa es mucho más interesante. Os cuento.
Este perro es Huraño, el compañero de la preciosa perrita Huraña que os presentaba hace unos días. Huraño llegó al albergue atropellado, y hubo que amputarle la pata posterior derecha a medio muslo.
Yo pensaba, a modo de consuelo: "bueno, cuando tenga que hacer pis ya no tiene que levantar la pata", pero esta semana me he llevado una sorpresa mayúscula. Huraño no sólo ha aprendido a andar y a correr en tres patas sino que cuando quiere hacer pis por su flanco izquierdo, balancea el cuerpo centrándolo en su pata delantera derecha y así, como si estuviera en el Circo del Sol, levanta su pata trasera sana... ¡Y ya está!
¿No os parece maravilloso este espíritu de superación?