Me es difícil convencerme de que el mundo es justo cuando veo un barco como este. Según me cuanta un paisano de Torrevieja pertenece a un millonario francés que raramente lo utiliza. Vale unos cuarenta millones de euros y, aparte del velamen [que como podéis ver es impresionante], lleva un motor de 800 CV para propulsarse. El casco está fabricado íntegramente en acero inoxidable y el interior cuenta con 15 camarotes y una suite lujosamente amueblados y decorados con maderas nobles. El mantenimiento del barco requiere la atención permanente de dos personas.
Así es la vida… De algunos.