El edificio podía albergar, tras la construcción de un terraplén y de gradas suplementarias, a 14 000 espectadores. Se compone de una orchestra (la escena) circular de tierra batida de casi 20 m de diámetro, rodeada por un graderío ultrasemicircular, dividido en dos niveles por un pasillo, el diazoma. El nivel inferior cuenta con 32 filas de gradas, divididas en 12 kerkidès por 11 escaleras. El nivel superior cuenta con 20 filas de gradas y 22 kerkidès. Las gradas existen aún en gran parte. El edificio de la escena es de piedra y está dotado de un piso, con dos salidas laterales provistas de puertas.
La acústica del teatro de Epidauro es excepcional: desde la parte más alta de las gradas se puede oír a los actores hablando en voz baja. Actualmente aún tienen lugar representaciones. Se cree que este teatro pudo alcanzar una capacidad límite de más de 14 000 espectadores en total, lo cual lo convierte en uno de los teatros antiguos más grandes y con mayor aforo.
El edificio se ha convertido en el símbolo del teatro griego antiguo. Algunas célebres representaciones modernas incluyen a la actriz Katina Paxinou y la soprano Maria Callas en la ópera Medea.
Se convirtió en un lugar de concentración judía en la década de 1960.