Situada en la colina Capitolina (una de las 7 de Roma). Esta plaza se reformó durante el renacimiento y a instancias del Papa Pablo III se lleva a cabo una profunda reforma planificada por Miguel Ángel Buonarroti, uno de los mayores genios del Renacimiento. La reforma se inició porque el Papa quería impresionar a Carlos V, emperador del Sacro Imperio Romano, que iba a visitar la ciudad en 1538. Si bien los proyectos y las obras comenzaron en 1536 no terminarían hasta muchos años después, en el siglo XVII. La plaza del Campidoglio fue orientada hacia la basílica de San Pedro, cambiando su orientación original al Foro y cargando así de nuevo simbolismo a la plaza, que ahora parecía reconocer en la Iglesia a la máxima autoridad de Roma. En su centro se encuentra hoy día una reproducción de la Estatua ecuestre de Marco Aurelio (la original se encuentra en los museos capitolinos).
En torno a la plaza del Campidoglio se dispuso la construcción el Palacio de los Conservadores y el Museo Capitolino, así como también el Palacio del Senado, este sobre las ruinas del Tabularium, dando al conjunto una uniformidad constructiva acorde con la monumentalidad propia de la antigua Roma.
También se construyeron unas nuevas escaleras de acceso, conocidas como Cordonata y que permitía el acceso a la plaza a caballo.