En ocasiones, en un concepto artístico o arquitectónico, la luz y su hermana, la oscuridad, la sombra, son tan importantes como la forma, como la madera, el metal o la piedra. La luz y la sombra determinan los volúmenes, las calidades, las texturas, los contrastes, salientes y huecos. En realidad lo que importa es el equilibrio entre todos los elementos materiales y formales.