A unos 8 kilómetros de la ciudad de Sintra se encuentra un lugar de exuberante belleza.
Cuenta la leyenda que estas montañas son mágicas, caballeros templarios, monjes y reyes se han sentido llamados por esta sierra que dicen que su nombre en celta es montañas de la luna. Y que esa “magia” es la que hace que el ecosistema tenga las temperaturas que tiene y una humedad que permite que todo sea verde en estas latitudes. Todo el edificio esta excavado en la roca combinando austeridad y funcionalidad y esta prácticamente oculto por la vegetación.
Aqui llama la atención El reflectorio, asi como algunos frescos o un frontal de azulejos del siglo XVIII que luce en la capilla, cuyo altar esta literalmente excavado en la roca. El convento data del siglo XVI y estuvo habitado por monjes Franciscanos, que a mediados del siglo XIX se abandona cuando fueron prohibidas las ordenes religiosas en Portugal.