La Catedral de Kazán en San Petersburgo está dedicada a Nuestra Señora de Kazán, el icono más venerado en Rusia.
La construcción se inició en 1801 y continuó durante diez años.
Fue diseñada por Andrey Voronikhin inspirándose en la San Basílica de San Pedro en Roma, aunque la Iglesia Ortodoxa Rusa desaprobaba los planes de hacer una réplica de la basílica católica en la entonces capital de rusa.
Después de la Revolución de 1917, la catedral se cerró hasta que en 1932 se reabrió como el "Museo de la Historia de la Religión y el Ateísmo."
Ahora es la catedral de la metrópolis de San Petersburgo.