En mi país el número de estos preciosos pajaritos se ha reducido cerca de un 11% en los últimos 20 años, de tal manera que apenas quedan 140 millones de ejemplares.
Y es un verdadero problema porque los gorriones eliminan insectos dañinos para las personas, los animales y la agricultura, diseminan semillas y constituyen una referencia muy fiable sobre la salud de los ecosistemas.
Los Insecticidas, los plaguicidas y la contaminación ambiental los están debilitando y afectan a su actividad reproductora.
Por mi parte disfruto viéndolos volar en los parques, perseguirse por el aire, fabricar sus nidos... Es un patrimonio que no debería perderse.