Elevado sobre un riscal colosal desde el cual se domina el río Siurana a la izquierda y el torrent d'Estopinyà a la derecha, el castillo de Siurana fue un importante núcleo defensivo andalusí.
Conquistado sobre 1153-54, resultó ser el último reducto musulmán de Catalunya en ser sometido.
El 1324 pasó a formar parte del condado de Prades. El castillo fue utilizado desde el siglo XIII como prisión de miembros de la aristocracia, entre los que destaca Carlos el Cojo, príncipe de Salerno y después rey de Nápoles. Después de la Guerra dels Segadors Felipe IV ordenó su destrucción.