Es el primer Monumento Natural declarado en Andalucía, comprende una pequeña franja de océano atlántico y playa, frente a los municipios de Rota y Chipiona. Estas parcelas usurpadas al mar representan una forma tradicional de aprovechar los recursos desde época romana.
Aquí entran peces, sepias y pulpos cuando sube la marea, que quedan atrapados en estas jaulas de piedra cuando baja. Sus muros están construidos con areniscas y lumaquelas del sustrato.