Andrea Navagiero, en su libro "Viaggio in Ispagna", editado en Venecia el año 1754, dice que fue Cayo Plinio Segundo, llamado Plinio el Viejo, que, durante su estancia en la Bética como Procurador del Erario, año 74 de nuestra Era, realizó un amplio estudio sobre los Ríos nacidos en la Tingesi Altu, dando el nombre de Tader al que luego sería denominado Río Blanco, por los árabes, que no es otro que nuestro Río Segura, de donde la Tigesi Altu vendría a ser Sierra del Segura. Bien sea Tader o Segura. Río Blanco, a decir por los árabes, largos años en nuestra tierra, lo que no cabe duda es que ahora, hoy, los mismos que lo bautizaron con el nombre de Río Blanco por el color de sus aguas, le llamarían Río Negro, por la suciedad de las mismas y por la escasa transparencia de ellas.
Un río que tiene un curso de 340 kms y riega parte de las provincias de Jaén, Albacete, Murcia y Alicante, hasta Guardamar, donde desemboca en el Mediterráneo.
El Segura, a su paso por Murcia, acaso no llegue a los tres kilómetros, desde el Golgo hasta la curva dela Azacaya, que viene a ser el trozo de río que lame parte dela zona urbana de la capital.