Vivimos en un mundo de lo más insolidario: mientras en inmensas zonas de África se sufre la peor sequía de los últimos 60 años, y miles de personas mueren a diario, en España somos capaces de tirar al suelo entre 500 y 700 litros de agua para lavar el coche con la manguera a la puerta del chalet.
Otros, menos privilegiados, lo limpiamos en el túnel de lavado, en el que el consumo es de “sólo” de 250 a 300 litros.
Los más concienciados, llenan un cubo con agua y jabón, le dan un minucioso repaso al coche y luego, eso sí, lo aclaran con agua limpia; total: 50 litros.
Con esos 50 litros, en África, un poblado entero haría una fiesta, la fiesta de la vida.