¿Hay algo mejor que la libertad? Posiblemente no, pero tiene su precio. Un gato casero puede vivir unos 14 años, mientras que un gato que se cría en la calle apenas tiene un horizonte vital de cinco o seis. Acosado por insectos y parásitos, virus, bacterias e infecciones, sus órganos sufren un deterioro mayor y más rápido. Habría que saber qué opinan ellos.