En el Bowling, que es la modalidad americana de los bolos, el "remate" (tirar los bolos que han quedado de pie con la segunda bola) es algo esencial. Hacer un "pleno", es decir, tirar todos los bolos con el primer lanzamiento es un regalo de los dioses, pero si reiteradamente rematas los que quedan en pie con el segundo lanzamiento, lo más probable es que tu partida supere los 170 bolos abatidos y eso es más que aceptable.
Yo llevo más de 20 años practicando el Bowling y desde luego confío más en mi remate que en mis plenos, cuyo número puede variar de una forma escandalosa.
Por cierto, rematar bien es un tema de confianza en ti mismo: el día que estás por la labor no fallas un remate, sabes que van a caer y, normalmente, caen.
El remate de la foto es de los facilitos ya que la persona es diestra y los bolos que están de pié están a la izquierda, en la trayectoria natural de la bola y agrupados.