Diente de león, Magia sanadora y creencia popular
Un libro del siglo XVI rezaba: "los magos dicen que sí una persona se frota a si misma con un diente de león será bienvenido en todas partes y obtendrá lo que desee". La astrología y la alquimia se mezclan con la fantasía y con los hechos reales cuando hablamos de esta misteriosa flor.
Existe una doctrina antigua que habla acerca de las plantas como auténticos instrumentos de curación basándose en su apariencia. Cuando se aplica esta creencia a una planta como el diente de león, debemos tener en cuenta que estamos frente a un 'superviviente': llega a niveles muy profundos de la tierra siendo inmune al fuego y a las madrigueras de los animales.
El color amarillo brillante de la flor corresponde al hígado, y por lo tanto, explica su uso en el tratamiento de los cálculos biliares y la ictericia. Al igual que el hígado, un órgano que ha sufrido ataques a causa de las sustancias químicas de nuestro medio ambiente, el diente de león continúa adaptándose y ayuda a su vez al organismo humano a adaptarse.
Práctica de la medicina ayurvédica
'Ayurveda' se traduce como 'ciencia de la vida' y se trata de un sistema tradicional hindú de curación. En la práctica de estas enseñanzas, el diente de león se usa para detener la energía en el hígado y la vesícula biliar, a la vez que contribuye a reducir los malestares de la bilis.
Según los adeptos de la ciencia de la vida, el diente de león también es beneficioso con los problemas de pecho, tumores, quistes e inflamación de las glándulas linfáticas, etc. En concreto, la hoja de esta planta se usa sobre todo para los estados agudos y la raíz para los crónicos, como forúnculos, carbunclos, gota y cáncer.
Se considera astringente, fortificante para todo el cuerpo, así como un tónico refrescante y benéfico para el tratamiento de infecciones.
Las infusiones con hojas de diente de león incrementan la movilidad de nuestras articulaciones y reduciremos la rigidez, a la vez que el colesterol y el ácido úrico.
También se ha usado mucho tiempo en el tratamiento contra el cáncer, dado su alto contenido en clorofila y antioxidantes como el betacaroteno y los flavonoides.
En cuento al beneficio emocional que nos puede llegar a reportar esta planta, señalar que contribuye a calmar la ira, la depresión, los celos, la hipersensibilidad y el resentimiento.
Ensayos clínicos y descubrimientos científicos
Los estudios con un nuevo medicamento pueden llegar a suponer costes solamente accesibles a las grandes compañías farmacéuticas. Es comprensible el hecho de que no haya muchos estudios sobre el valor medicinal de una hierba que crece en ambientes tan libres y silvestres y que, casi siempre, se puede conseguir sin dificultades. No obstante, sí existe alguna investigación sobre sus efectos positivos y sus usos.
El escritor y botánico Christopher Hobbs, relata que durante un estudio realizado en Italia en 1938, a 12 personas que padecían síntomas de una disfunción en el hígado, se les inyectó 5 milímetros de extracto de diente de león durante 20 días. De estas 12 personas, 11 tuvieron una bajada significativa del nivel de colesterol y todas ellas se sintieron mejor.
K. Faber, autor de una obra de referencia sobre esta planta, afirmó que las pruebas clínicas realizadas en China a mediados del siglo XIX, demostraron que era efectivo contra la bronquitis, la neumonía, las anginas y otros problemas respiratorios.
Existe un estudio de 1974 realizado por Elizabeth Racz-Kotilla, Gabriel Racz y A. Solomon en el que se suministró a ratas y a ratones 50 mililitros de infusión de diente de león durante todo un mes. Los animales perdieron el 30% de su peso original debido a la función diurética, al suave efecto laxante y al fortalecimiento de la función del hígado.
Por último, señalar que de acuerdo con un estudio de 1979 llevado a cabo por K.K. Kotobuki Seiyaku, cuando los polisacáridos y los extractos acuosos del diente de león se administran a los animales, éstos desarrollan una actividad antitumoral.
Algunas recetas útiles
A la hora de utilizar esta planta para evitar algunas dolencias comunes, podemos emplear el diente de león, bien en infusión o bien por decocción. Por ejemplo, para calmar la inflamación y hacer que el cuerpo sea más resistente a las alergias, realizaremos una decocción mezclando una porción de raíz de diente de león, otra de raíz de malvavisco y media de regaliz.
Si lo que queremos es metabolizar las grasas, mejorar la eliminación de residuos y luchar contra la celulitis, podemos tomar hojas de diente de león y hojas de ortiga en infusión.
La decocción de la raíz de diente de león es útil para la limpieza del hígado, el fortalecimiento de los nervios, la mejora del estado de ánimo, la descongestión de fosas nasales y pulmones, prevenir gases y calmar el dolor de estómago.