...Posadeña linda pequeña flor de Mburucuyá
te llevo en la sangre con tus misterios y tu soledad
vengo de otras tierras, de otros caminos, de otro lugar
a buscar tu lumbre, tus ojos claros, tu palpitar...
Letra y música de Ramón Ayala
(Los jesuitas, identificaron la flor del mburucuyá con los atributos de la pasión cristiana: la corona de espinas, los tres clavos, las cinco llagas y las cuerdas con que ataron al Jesús en el Calvario. Y en los rojos e irregulares frutos, los religiosos creyeron ver las gotas coaguladas de la sangre de Cristo. Esta flor tan singular, se cierra como si se marchitara al ponerse el sol, y se abre cobrando su brillo natural cuando amanece).