Son las salinas más antiguas de Canarias datan de 1520 y estuvieron unos 450 años en explotación. La sal, sin embargo, todavía deslumbra con su intenso color blanco, combinado con los tonos rosados de los cocederos que la marea sigue llenando. Un espectáculo visual al pie del risco de Famara.
Han transcurrido varias décadas ya desde que estas salinas quedaran en desuso, abandonadas a su suerte. También el almacén junto a ellas que construyera a finales del siglo XIX la compañía Pesquerías Canario-Africanas, ( que fueron el origen de Caleta del Sebo). Pero su configuración, adaptada a la perfección al terreno, le permiten seguir recibiendo agua de las mareas, por los tomaderos abiertos en la playa de grandes callaos que la protege y separa del mar.
Ahora, el Cabildo de Lanzarote ha concluido la primera fase de su recuperación (13/12/2018) y esta en proyecto su rehabilitación completa.
Las Salinas del Rio tienen, además un gran valor histórico y cultural. Cabe destacar también el valor paisajístico y la gran biodiversidad (especialmente crustáceos, aves y algas) que se genera a su alrededor.