Los caballos fufos se han convertido con el paso del tiempo en una seña de identidad del pueblo bagañete, puesto que han llegado a ser un punto fuerte de las Fiestas de San Miguel. Son caballos de cartón y papel de seda de colores vivos que alegran y animan las calles principales del municipio al son de "Vuela, vuela palomita". Encabezando al grupo se halla la jirafa y tras ella, dos filas de jinetes con sus multicolores caballos.
El baile consiste en desplazarse hacia delante y hacia atrás durante todo el recorrido haciendo participes a los espectadores con sus embistes.