Durante los años 15 y 16 a.C. Marco Agripa promovió la construcción de un teatro en la ciudad de Augusta Emerita. Un espacio que en su origen tenía cabida para 6.000 espectadores, y donde los romanos disfrutaban de juegos escénicos.
A finales del siglo I y a principios del siglo II se produjeron varias remodelaciones del teatro, en las que se construyó la actual fachada o frente de escena y la calzada que rodea el monumento. El edificio está compuesto por un graderío semicircular de hormigón romano revestido de granito. Delante se encuentra la escena para las actuaciones, con un pavimento de mármol, además de tres puertas y varias estatuas.
El teatro, junto con el anfiteatro, se encuentra dentro del conjunto arqueológico de Mérida, uno de los principales y más extensos de España y declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1993.
Un espacio que acoge cada verano las representaciones del Festival de Teatro Clásico de Mérida. Una cita que devuelve cada verano todo el esplendor y la función original a este edificio romano que actualmente tiene capacidad para albergar 3.000 personas.