Y el Teide vence una vez más a las nubes, las perfora sin compasión una y otra vez. Es curioso, cuando subes al volcán en un día nublado ver como en la ascensión, las nubes parecen la panza de un burro (así dicen los lugareños), te metes en la nube y al salir de ella te encuentras de golpe con el gigante, majestuoso y retador. Cuentan los "Guias", hablan de las maravillas de las púas de los pinos de isla. Estos pinos en cada paquete de hojas tienen tres en vez de dos como todos los pinos normales. Pretenden exportar tal clase de pinos para solucionar el problema del agua. Yo que soy mayor y un poco burro digo que lo importante es tener una montaña como el Teide, que mantiene presas a las nubes, atrapadas por las más innobles de sus partes y entonces sueltan el agua, con dos o con tres púas en los pinos, digo yo. Perdonar el rollo. Un abrazo