TEMPLO EXPIATORIO EN LEON, GUANAJUATO, MEXICO
Colocada su primera piedra en 1920, más de 80 años han trascurrido desde el momento en que, bajo la iniciativa del presbítero Bernardo Chávez , así como la adopción de y compromiso vital del obispo Emeterio Valverde y Téllez, miles de leoneses aportaron desde el 9 de junio de 1921 la piedra que en nombre de ellos participara en la cimentación, muros y altares de esta mole, a partir de zanjas por ellos excavadas bajo una organización de faenas voluntarias y gratuitas.
Neogótico, en el espíritu de las grandes catedrales europeas medievales, la desnudez de sus paredes contrasta con el abigarramientos de otros, permitiendo por eso que el visitante dedique sus sentidos enteramente a la contemplación.
Tiene más de 20 altares y elaborados vitrales que ranquean la nave principal; el templo, pródigo en cantera y mármol, suele impresionar al visitante por el contraste entre la luminosidad y el recogimiento.
Sólo un factor, determinante para toda su generación del Bajío, detuvo en forma temporal su avance: la guerra Cristera.