El Castillo de San Pedro de la Roca se construyó en 1638 con el objetivo de salvaguardar la ciudad de Santiago de una ataque naval. La propuesta partió del entonces gobernador de la provincia Pedro de la Roca y Borja, de ahí su nombre, y fue el célebre ingeniero italiano Juan Bautista Antonelli, que ya antes se había ocupado de la fortificación de La Habana, quien dirigió los trabajos de fabricación y diseño, de manera tal que pudieran aprovecharse las posibilidades defensivas y ofensivas del terreno sobre el que se levanta: el morro de la bahía de Santiago.Reconstruido y remozado en numerosas ocasiones, es considerado como una riqueza arquitectónica de indiscutible valor estético e histórico, en la que puede verificarse la huella del arte militar desarrollado en Italia, España y Cuba entre los siglos XVII y XIX.
Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO en 1997.