A Cádiz, le pasa un poco como a Lisboa, que buena parte de su encanto está en esas viejas callejas llenas de tipismo, de locales adocenados, de plazas recoletas y fachadas que se caen a trozos.
Aquí os traigo un punto de encuentro peculiar y recurrente: ¿Donde quedamos?... ¡En la esquina de La Tertulia!