Los días 25, 26, 27 y 28 de julio Corbera fue bombardeada por la Legión Cóndor alemana. El 15 de agosto, un tercio de las viviendas habían sufrido los efectos de las bombas. La situación fue dramática en septiembre, a raíz del ataque masivo de la artillería franquista durante una de las contraofensivas que pretendían romper las líneas republicanas. Los republicanos mantuvieron el pueblo hasta el 4 de septiembre cuando volvió a caer en manos del ejército franquista. Durante estos meses, el pueblo quedo muy dañado.
Una vez terminada la guerra, y a medida que aumentaba la degradación del pueblo viejo, los vecinos se trasladaron lentamente a la parte baja del pueblo. De esta manera, y a excepción de otros pueblos de la zona que fueron completamente reconstruidos, las ruinas de decenas de casas abandonadas del pueblo viejo se convirtieron en un símbolo de la batalla del Ebro.
El conjunto fue declarado Lugar Histórico protegido por la Generalitat de Catalunya el año 1992. También se ha convertido en un monumento a la paz y en un lugar de visita obligada para quien quiera conocer los desastres de la guerra.
El edificio más característico del Pueblo Viejo es la iglesia de San Pere y la plaza que hay delante de ella. Desde esta plaza se puede contemplar una magnífica vista de las sierras de Cavalls y Pàndols, una de los principales escenarios de la batalla del Ebro.
En 1995, un grupo de personas instalaron en el Poble Vell el Abecedario de la Libertad, un conjunto de 28 obras artísticas, la mayoría de ellas esculturas, que pretenden fomentar los valores de la paz, la justicia y la repulsa a las confrontaciones bélicas. Dos años más tarde, varios escritores y poetas escribieron un texto que acompañaba cada una de las esculturas.